El pueblo de Vejer del Frontera es un caramelo de cine, sobre todo las bonitas casas blancas y la gente fantástica. En un pequeño cruce, esta encantadora anciana parece saber que el hombre en el balcón está mirando a la gente. Parece un romance floreciente. Ambos amados sonríen en secreto, continuando su día. Me enamoré de esta gente, o de la historia que imaginé. Las plantas del techo me ayudaron a acentuar la línea del edificio, de lo contrario habría desaparecido en el cielo. A veces eres bendecido con tales circunstancias. Al igual que las personas que encuentran el amor en el momento adecuado con la persona adecuada.